Psicogerontología

A lo largo de quince años de experiencia, nuestro equipo interdisciplinar detecta la necesidad de realizar acciones conjuntas y coordinadas en psicogerontología. Es decir, facilitar la autonomía e independencia de personas de la tercera edad, así como aportar estrategias y pautas a sus familiares. Ponemos a su disposición la atención especializada que requieran para conseguir dicho objetivo.

En conclusión, nuestro equipo ofrece una atención integral a las personas de la tercera edad. Del mismo modo mejoramos las condiciones de vida social y psicológica para prevenir el deterioro de la salud a diferentes niveles.

Trabajamos con grupos, residencias, asociaciones y fundaciones de mayores. 

Definimos La psicogerontología como:

La especialidad centrada en el estudio de la salud psicológica, emocional y social de las personas de la tercera edad. Lo que incluye a su vez la evaluación, diagnóstico y tratamiento de las habilidades correspondientes. La atención, la memoria, la orientación… pueden verse perjudicadas con el envejecimiento.

Atención integral en psicogerontología, enfocado a las personas de la tercera edad.

En el Centro de Atención Psicológica , trabajamos con nuestros mayores con el objetivo de que sean lo más autónomos e independientes. Sobre todo, el grado en el que sea posible, realizamos un plan de intervención completamente individualizado y adaptado a las necesidades concretas y reales que presentan. 

Tratamos diferentes áreas en psicogerontología:

La demencia es el síndrome caracterizado por déficits cognitivos, motores y sociales, así como cambios en la personalidad. En el Centro de Atención Psicológica trabajamos con lo diferentes tipos de demencia. Demencias degenerativas primarias (Alzheimer), las demencias subcorticales y las demencias secundarias.

Contamos con un equipo de psicólogos sanitarios especializados en trabajar el deterioro cognitivo para favorecer la prevención y el enlentecimiento de la memoria. Además, ayudamos a las familias para que sepan gestionar y organizar las conductas con la persona dependiente y prevenir el desgaste que ello supone.

 

La estimulación cognitiva se está posicionando actualmente como forma efectiva de entrenamiento cerebral. Cada vez son más relevantes los beneficios, tanto a corto como a largo plazo, de este tipo de práctica mental.

La incorporación de estos ejercicios en las rutinas diarias de las personas mayores favorece no sólo la mejora de las funciones cognitivas superiores. También fomenta el enlentecimiento de las pérdidas cognitivo-conductuales asociadas al propio proceso de envejecimiento.

Dentro de la estimulación cognitiva nuestro equipo trabaja diferentes áreas: atención, percepción, comprensión, memoria, lenguaje, velocidad de procesamiento, orientación temporal y espacial, razonamiento, praxias, gnosias, control ejecutivo y cálculo, entre otras. 

Dentro de las actividades para la prevención del enlentecimiento del deterioro, damos a nuestros mayores las pautas necesarias para la realización de las actividades de la vida cotidiana. Es decir, aquellas que para ellos presentan un valor relevante y que realizan con un propósito concreto.

Estas actividades se focalizan sobre todo en aquellas orientadas al cuidado del propio cuerpo (vestirse, comer, higiene personal…). Así como la interacción con el medio (uso de los medios de comunicación, cuidado de la salud, movilidad en la comunidad…)

La psicomotricidad produce un favorecimiento en la salud y el bienestar físico y mental de las personas mayores. Sobre todo en aquellas que recientemente se hayan tenido que readaptar a una situación de vulnerabilidad: sedentarismo, traumatismos, soledad…

Además, permite instaurar y/o reeducar la globalidad de las personas, aspectos motores, cognitivos y afectivos. A través de ésta, se pretende el desarrollo y perfección de todas las habilidades motrices básicas y específicas. En conclusión, potenciamos la socialización con personas de su misma edad, fomentando la concentración y relajación. 

Resulta relevante que nuestros mayores aprendan a detectar e identificar conductas propias del abuso o el maltrato que puedan estar recibiendo. Por eso, les facilitamos las herramientas necesarias para la identificación de este tipo de conductas y los recursos pertinentes para poder afrontarlas.

Resulta necesario informar y formar a las personas de que cualquiera que esté en situación de dependencia para que puedan acceder a las prestaciones que contempla la Ley, siempre que tenga reconocida dicha situación en alguno de los grados establecidos.

Por ello, nuestro equipo asesora a sus mayores de las medidas que pueden llevar a cabo para obtener el reconocimiento de dicha ley.